Cuántas veces no hemos visto en supermercados, tiendas y hasta en las calles varios lotes de anteojos con graduación preestablecida, se les conoce también como lentes pregraduados, estos lentes contienen materiales de baja calidad que comprometen la calidad óptica causando malestares como dolores de cabeza, mareos y visión borrosa y si a eso le agregamos que su venta no esta regulada nos encontramos ante una verdadera amenaza en contra de la salud visual ya que la mayoria de las personas suelen usarlos de forma inadecuada para tratar de compensar ciertos probelmas de visión cuya atención tendría que ser por el médico especialista o por el licenciado optometrista lo cual puede derivar en verdaderas complicaciones.
En mi práctica clínica he contestado un sin fin de preguntas acerca de qué tipo de lente pregraduado usar o cuál es la prescripción que le corresponde a tal o cual paciente, a todas esas preguntas he respondido que NINGUNO, el uso de esos lentes equivale a la automedicación ya que la gente se prueba el lente con el que mejor ve, lo peor de todo es que no usa el que le da una visión perfecta porque realmente sería imposible encontarlo sino más bien ocupan el lente que por lo menos los hace ver un poco mejor que si no trajeran nada tolerando un poco la incomodidad y el mareo.
En una nota difundida por el Colegio de Ópticos y Óptometristas de España (esta nota obviamente es válida para cualquier población y no sólo la española) se advierte que las gafas premontadas, no son la solución adecuada para la presbicie o vista cansada, ya que su uso puede acarrerar consecuencias perjudiciales para la salud visual y ocular.
La presbicie conocida popularemente como vista cansada es un padecimiento fisiológico que se relaciona con la edad y esta ocasionado por la pérdida de flexibilidad del lente conocido como Cristalino el cual se encarga de lo que llamamos acomodación y nos la capacidad de enfocar objetos pequeños a una distancia corta, en este caso el objeto a observar son las letras o textos los cuales comienzan a dificultarse y a verse un poco borrosos obligando a la persona a alejar un poco el texto para poderlo ver con más facilidad sin llegar a enfocarlo totalmente claro, este padecimiento es fisiológico es decir, no hay manera de evitarlo sólo que según actividades y estilo de vida de la persona podrá presentarse quizás un poco antes o un poco después de los 40 años de vida en promedio, existen métodos quirúrgicos que no son 100% eficaces para lograr corregir este padecimiento por lo cual la primera opción de tratamiento son los anteojos.
Las personas que empiecen a manifestar síntomas de presbicie o vista cansada deben acudir al profesional de la visión que, tras los exámenes pertinentes, aconsejará acerca de la corrección visual más adecuada en función de sus necesidades, actividades, características y estilo de vida de la persona. En este sentido existen varios tratamientos ópticos para la presbicie entre los que se incluyen las lentes monofocales, bifocales, progresivas y hasta lentes de contacto.
Sin embargo habrá que recordar que el padecimiento es fisiológico y por lo tanto suele avanzar y modificarse con el tiempo por por lo cual una corrección óptica sólo es válida durante 1 o 2 años, transcurrido ese tiempo es conveniente acudir a una nueva valoración, según palabras del decano del CNOO Juan Carlos Martínez Moral.
La adaptación personalizada por parte de un óptico optometrista es imprescindible, además, porque cada persona presenta unas características morfológicas y anatómicas distintas. Las gafas premontadas no son la solución idónea para la presbicie ya que carecen de esa adaptación previa y no están individualizadas. Las gafas premontadas actúan como una simple lupa, con igual graduación en ambos ojos, ignorando aspectos como la visión binocular, el astigmatismo etc,.. que podamos sufrir con lo cual jamás serán ni la solución más útil contra la vista cansada, ni tan siquiera una solución.
Debemos de tomar un poco más de conciencia sobre nuestra salud visual, acudir al especialista en cuanto notemos alguna deficiencia o malestar visual, al acercarse a la cuarta década de vida será completamente normal el notar cierto desenfoque, no se debe esperar a que el problema se agrave o tomar la decisión de autoprescribirse de eso depende el éxito del tratamiento.
Consulta a tu Optometrista o pregunta a tu médico oftálmologo.
Rafael Verástegui, Optometrista IPN México
Fuente: Revista Mexicana Imagen óptica, año12. Vol.12 2010