Nuestro cuerpo, al igual que toda la materia está constituido por átomos, que a su vez se agrupan en moléculas. Una molécula estable contiene átomos con electrones emparejados mientras que una molécula inestable, un radical libre, tiene un electrón no emparejado o lo que es lo mismo, libre. Estas moléculas inestables recorren nuestro cuerpo intentando robar un electrón con vistas recuperar su estabilidad electroquímica, lo que las hace muy peligrosas porque para lograrlo atacan moléculas estables. Una vez que el radical libre ha conseguido robar el electrón que necesita para emparejar su electrón libre, la otra molécula se convierte a su vez en un radical libre, iniciándose así un ciclo destructivo para nuestras células.
Sin embargo, los radicales libres no son intrínsecamente malos. De hecho, nuestro propio cuerpo los produce en cantidades moderadas para luchar contra algunos virus y bacterias. El problema para nuestras células se produce cuando hay un exceso sostenido de radicales libres en nuestro sistema.
Los ojos son unos de los órganos que más sufren de los efectos de los radicales libres ocasionando alteraciones relacionadas al envejecimiento ocular como lo son las cataratas y la degeneración macular relacionada a la edad comprometiendo de forma delicada la salud visual de los pacientes, y si a esto le agregamos el estilo de vida que tenemos hoy en día con una alimentación sedentaria, estrés y factores externos como la contaminación el efecto de los radicales libres puede acelerarse.
Otros factores a tomar en cuenta para la producción nociva de radicales libres son el tabaco, las drogas, edad, la inactividad física y el alcohol.
Una dieta balanceada, el uso de lentes con filtro UV y los suplementos alimenticios con antioxidantes contribuyen a disminuir el efecto nocivo de los radicales libres sobre nuestros ojos.
Loas antioxidantes pueden ser naturales o sintéticos y su presencia inhibe la tasa de oxidación y por lo tanto la generación de radicales libres. Son de naturaleza variada y entre ellos se encuentran las vitaminas C y E, el Zinc, Selenio, Zeaxantina y la Luteína. Estos antioxidantes actúan liberando electrones en nuestra sangre que son captados por lo radicales libres convirtiéndose así en moléculas estables, y por lo tanto reduciendo o inhibiendo los efectos nocivos de los radicales libres en nuestro organismo.
EN CONCLUSIÓN
Los radicales libres son productos de la oxidación producida por el metabolismo de nuestro organismo que suelen producirse de sobremanera afectando la membrana de las células de nuestro cuerpo y dando lugar a alteraciones relacionadas al envejecimiento y relacionando esto a nuestra visión somos más propensos a desarrollar alteraciones como cataratas y degeneración macular, debemos de prevenir antes de lamentarnos sobre el cuidado que en algún momento no nostuvimos y para ello podemos hacerlo mejorando nuestros hábitos alimenticios y de vida diaria así como también podemos emplear la ingesta de los principales antioxidantes que nos ayuden a reducir la cantidad de radicales libres en nuestro cuerpo, esta ingesta la podemos obtener de algunos suplementos alimenticios especiales que contengan Luteína y Zeaxantina.
Acude con tu optometrista u oftalmólogo para que ellos te recomienden el tipo de antioxidantes más apropiados para ti.
PD. Hay que tomar en cuenta que los antioxidantes NO SON MEDICAMENTOS, por lo tanto pueden ser recetados por parte de un licenciado en optometría con pleno conocimiento de causa.
LIC.OPT. RAFAEL VERÁSTEGUI
IPN MÉXICO